Crea una biblioteca de tus viajes
La fotógrafa y diseñadora autónoma británica Lucy-Jane nos explica por qué cree que crear álbumes de fotos de viajes es tan importante y por qué le encanta utilizar MILK Books para crearlos.
Me llamo Lucy-Jane, y para mí el mundo es algo que quiero tener, sostener, viajar, explorar, encontrar y experimentar. Siempre me ha gustado coger la cámara y apuntar con ella al paisaje que tengo delante. Desde mi infancia, pasando por la inspiración de los proyectos de la universidad, hasta mis lecturas dominicales en la cafetería, siempre he querido tener un libro de viajes a mi lado.
Los álbumes de viajes son fuente de inspiración para los que anhelan viajar, tanto fotógrafos como artistas, para los que ya están de viaje o para los creyentes que desean conocer el mundo. Me di cuenta de que a los 17 años tomaba estos libros como propios y recorría las mismas historias sobre las que otros habían escrito.
Ahora, a los 22, estoy creando mis propias historias y aventuras. En los últimos años he estado creando y confeccionando estos álbumes para colocarlos en mi estantería, como un recordatorio constante de todos aquellos viajes lejanos. Ya fuera atravesando las puertas Inari de Japón, escalando el monte Bromo en Indonesia, luchando contra las amargas y frías tormentas de nieve en Islandia, o el acelerado colorido de Nueva York. Las aventuras son algo que puedes experimentar de verdad, y tus álbumes son un recuerdo constante de ello. Están ligados a años y años venideros que espero compartir con mis amigos y familiares a medida que crezca con ellos.
A menudo, mis amigos me preguntan por un lugar y yo sólo tengo que entregarles el álbum, sentarme con una taza de café y hojear las páginas de paisajes explicándoles dónde está cada lugar y profundizando en los recuerdos que guardo de él.
Mi primer libro estaba encuadernado, y lo conservé como un libro de tapa dura con las páginas cosidas a mano. Trataba de mi viaje y crecimiento con mi padre a lo largo de un río llamado «Botas, huellas y galletas». Con la impresión digital creciendo tan rápido y con tanta fuerza, empecé a producir mis propias revistas, algo más rápido y fácil de producir como un libro de fotos. MILK Books me introdujo en una nueva forma de desarrollar el fotolibro.
Con una exquisita gama de materiales bellamente elaborados, una gran variedad de papeles y una forma estupenda de que los diseñadores como yo diseñaran mis propios diseños, me resultó sencillo y eficaz crear mi propio álbum digital. Cuando llegó mi primer álbum de fotos, tenía vida propia, los colores eran vibrantes y se asentaban en las páginas como si fueran suyas. Estaban a todo color, con márgenes, descentradas y tenían espacio para que una historia se sentara a su lado. Con la era digital, temo que los jóvenes olviden la importancia y la nostalgia que conlleva sostener un libro.
Mi objetivo es mantener los libros y los recuerdos en forma física viviendo empujando los límites del diseño y la innovación para hacerlos emocionantes para la estantería.
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