Haz del otoño la estación de las grandes fotos
El otoño ya está aquí. La estación intermedia en la que los días se vuelven más fríos y las hojas cambian de color. A medida que nos acercamos al invierno puede parecer que gran parte del otoño se dedica a prepararse para el frío que se avecina. Pero hay mucha belleza que experimentar en este periodo de transición- el cambio en la naturaleza, la forma en que la vida parece asentarse. No lo dejes pasar. Descubre nuestra guía para fotografiar el otoño en toda su tranquila gloria.
Sé creativo con la naturaleza
Esta época del año significa que los árboles cambian constantemente. Todos sabemos lo fotogénicos que son los ricos y variados tonos de las hojas otoñales, pero lo que puede resultar interesante es intentar fotografiar las señas de identidad del otoño de una forma novedosa. Mira si puedes captar las hojas de otoño en la quietud del reflejo del agua. Piensa en las gotas de rocío que se posan en las telas de araña en las mañanas sin tocar. Juega con la luz y aprovecha las oportunidades que ofrece el clima otoñal.
Abraza los días grises
Un aspecto positivo de los días nublados es el efecto del ambiente oscuro que pueden dar a tus fotos. Para combatir la falta de luz brillante en tus imágenes, basta con aplicar un filtro monocromático. Comprobarás que los efectos de mal humor se potencian y que los tonos claros, oscuros y grises medios hacen que la foto destaque. Otro aspecto positivo de los días sombríos de otoño es que las nubes actúan como difusores naturales de la luz, proporcionando un entorno fotográfico casi sin sombras. Si te aventuras en el gris, puedes capturar algunas fotos realmente fantásticas.
Aprovecha la hora dorada
Da a tus fotos un brillo natural disparando a tus sujetos durante la hora dorada. Los paisajes y colores otoñales ya son impresionantes, pero cuando se bañan en luz dorada puedes añadir un tono de ensueño que eleva aún más tus sujetos. La hora dorada se produce justo después del amanecer y antes del atardecer. Es ideal si no eres madrugador (lo que se hace aún más difícil con las crujientes mañanas de otoño), ya que puedes seguir durmiendo y encajarlo en tu agenda fotográfica. Pero ten cuidado, la hora dorada dura poco. Asegúrate de pensar en la composición con antelación para aprovechar al máximo la luz fugaz.
Piensa en la perspectiva
Si ves que tu sujeto no se traduce bien en la cámara, prueba a cambiar la perspectiva. Muévete y considera otros puntos de vista: los ángulos pueden marcar una gran diferencia en la forma en que se ve el sujeto. Agáchate y capta las hojas y las setas del suelo. Mira hacia arriba y capta el cielo a través de los árboles. Si tienes acceso a un dron, vuélvelo a colocar por encima de las copas de los árboles y capta algunas vistas a vista de pájaro. Simplemente sal y experimenta. Toma esas fotos convencionales del otoño y dale tu propio toque. Deja que el espectador vea el otoño a través de tus ojos y no sólo será una imagen fresca, sino que un poco de ti mismo saltará de la foto.
No se trata sólo de los árboles de otoño
¿Qué representa el otoño para ti? ¿Qué tradiciones otoñales tienes? ¿Es el viaje anual al huerto de calabazas y las obras maestras talladas que le siguen? ¿Quizás es simplemente poder encender el fuego de nuevo y disfrutar de una bebida caliente? ¿O tal vez sea poder cocinar tus recetas otoñales favoritas? Sea lo que sea, asegúrate de llevar tu cámara para capturarlo todo. Son estos pequeños momentos los que realmente hacen la temporada.
Capturar momentos sinceros
Deja que tus hijos se olviden de la cámara. Ponte unas botas de goma y captúralos saltando los charcos. Pasad tiempo juntos recogiendo un gran montón de hojas y captadlos jugando en él. Hagan lo que hagan juntos, seguro que crearán grandes momentos. No se trata tanto de lo que se hace como de la calidad del tiempo. Y eso siempre es fotogénico.